Emprendedores de turismo rural del país se adecuan a protocolos sanitarios esperando la reapertura

El Día Mundial del Turismo, que se celebra este 27 de septiembre bajo el lema “Turismo y Desarrollo Rural”, sorprendió a los emprendedores campesinos de este rubro en un largo compás de espera, que partió con el estallido social de octubre y se agudizó a partir de marzo producto de la pandemia del Covid-19. Hoy están dedicados a sus actividades agrícolas y adecuando los protocolos sanitarios a la espera de la anhelada reapertura. “Hay que tener paciencia, no queda otra”, dicen.

En esta situación se encuentra Dimas Cuevas, de Agroturismo Quincho Las Rosas, en la comuna de Hijuelas, Región de Valparaíso, quien junto a su esposa Cecilia y su hijo Ricardo ofrece, a grupos de turistas, adultos mayores y estudiantes, desayunos y almuerzos en su quincho, paseos en carreta y la posibilidad de realizar labores de campo.

La última vez que recibió turistas fue en septiembre de 2019: “Después se me cayeron las reservas de siete grupos, incluido uno de niños estadounidenses que venían en viaje de intercambio. Todo se fue a las pailas”. Agrega que para subsistir no ha tenido problemas: “Vivimos de la agricultura y la tierra nos alimenta”.

Según Dimas Cuevas, “el agroturismo es una actividad extra que hacemos con muchas ganas y que disfrutamos, pero ahora estamos relajados esperando que pase la peste. No queremos correr el riesgo de enfermarnos, porque con mi señora somos personas de edad”.

El emprendedor fue visitado por el director nacional de INDAP, Carlos Recondo, quien valoró la experiencia única del turismo rural: “Es grato constatar que esta actividad complementaria a la agricultura es una importante fuente de ingresos para familias como la de don Dimas y tenemos la convicción de que va a reflotar con mucha fuerza cuando vayamos superando la pandemia”.

Recondo destacó que el Programa de Turismo Rural de INDAP, que ya entera 25 años, cuenta en la actualidad con 1.327 emprendimientos, de los cuales un 62% es liderado por mujeres. De ellos, un 20% está registrado en Sernatur y el 80% restante se encuentra en etapas iniciales o de desarrollo. El 83% de la oferta se concentra entre las regiones de Maule y Aysén.

A la fecha, un total de 451 de estos negocios de turismo rural cuenta con asesoría técnica a través de los programas Alianzas Productivas, Asociatividad Económica (PAE), Gestor Comercial, Servicio de Asesoría Técnica (SAT) y un piloto en la Región de Atacama. También se creó la Comunidad de Turismo Rural INDAP en Facebook, que hoy tiene alrededor de 500 participantes que reciben ahí información actualizada para preparar la reapertura.

Experiencias diversas 

Quien ha ido implementando de manera ejemplar los protocolos sanitarios es Daniela Tampe, de Las Puertas de Asque, en San José de la Mariquina, Región de Los Ríos. Se trata de nueve cabañas equipadas que dejaron de atender turistas en febrero, pero que a partir de abril están recibiendo al personal que llega a trabajar en forma esporádica a la planta Valdivia de la Celulosa Arauco, una empresa considerada “esencial”.

“Gracias a este tiempo de rodaje que hemos tenido, siento que estamos preparados para abrir las puertas al turismo, pero todo depende de la autoridad, ya que actualmente la región se encuentra con cordón sanitario”, explica Daniela.

Respecto de las medidas, cuenta que en la recepción implementaron pediluvio -para la desinfección del calzado-, toma de temperatura e higiene de manos, tras lo cual se llena una ficha con los datos de quienes llegan. En las cabañas las camas se sanitizan diariamente con aerosoles; las alfombras, con amonio cuaternario; las cerámicas, con cloro gel, y todo lo que está en contacto con el pasajero (interruptores, control remoto, manillas, enchufes, mesas), con alcohol al 90%. El personal hace el aseo con mascarilla, guantes y zapatos especiales, y el desayuno se sirve en la cabaña, para que no haya contactos en espacios comunes.

Finalista regional del reciente concurso Mujer Empresaria Turística, Jolett Fernández, del Camping AquaSol, ubicado a orillas del Río Cochrane, en la comuna homónima de la Región de Aysén, dice que está postulando a recursos para implementar más baños privados y hacer adecuaciones en la zona de recepción. “Aunque reciba una persona tengo que tener medidas de seguridad. Éste es un paraíso, pero todo cuesta más caro”, comenta.

Inaugurado en 2011, su emprendimiento tiene 14 sitios techados para 4 a 12 personas, duchas y dos fogones comunitarios donde solía ofrecer cordero patagón al palo, cazuela de ave de corral, pan amasado, sopaipillas, pebre y ensaladas locales. “Los últimos visitantes se fueron el 16 de marzo y desde entonces estoy dedicada a mis invernaderos de hortalizas, las que entrego a supermercados locales, y reviso todas las charlas que hacen de turismo por internet”, dice.

Olga Romero, de Hospedaje y Agrocamping Samkanjama, ubicado en el pueblo de Codpa, comuna de Camarones, Región de Arica y Parinacota, se despidió del turismo en marzo. Hoy está dedicada a sus frutas, gallinas y viñas para producir vino Pintatani. Ya sabe que cuando regresen los visitantes tendrá que atenderlos con mascarilla, guantes y gorro, además de sanitizar los espacios. “Tengo muchas ganas de retomar la actividad, aunque venga la gente a goteras, pero todo depende de las autoridades”, expresó.

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