Recomendaciones para reducir el estrés familiar del regreso a clases
Ir ajustando la rutina de sueño progresivamente y que los niños sean parte de la
compra de útiles, son parte de las técnicas.
El regreso a clases después de las vacaciones implica retomar la rutina y la forma en que los
padres transmiten la vuelta a clases influye significativamente en cómo los niños la
experimentan. Algunos se adaptan con facilidad y otros requieren más tiempo, por eso, es
esencial conocer el temperamento de cada hijo.
Susana Saravia, psicóloga infanto-juvenil de la Clínica Universidad de los Andes advierte que
“el desafío de ajustar las rutinas puede generar estrés en los padres, especialmente por las
expectativas que ellos tienen de que los niños realicen los cambios rápidamente”.
¿Cómo ordenar el sueño de los niños?
Uno de los cambios más difíciles de adoptar suele ser el ajuste al horario de sueño. Durante
los dos meses de vacaciones, los horarios de los niños cambian considerablemente y un error
común de los padres es intentar modificar es acostarlos muy temprano la noche antes del
inicio escolar. Para esto, es importante seguir estos consejos:
Adelantar unos 15 o 30 minutos la hora de ir a dormir cada semana, para llegar
gradualmente al horario habitual.
Crear un ambiente favorable para el descanso, como el uso de luces cálidas y reducir
el uso de pantallas, sustituyéndolas por actividades más relajantes, como lectura de
libros.
La importancia de hacerlos parte del proceso
Involucrarlos en todos los preparativos también es recomendable, porque además de
vincularse con cada una de las etapas, también evita generarles ansiedad. Algunas
recomendaciones son:
Comprar los materiales escolares dejando que ellos los escojan.
Involucrarlos en la preparación de la mochila, útiles o colaciones, ayudándolos a
generar una sensación de autoeficacia, al ser capaces de poder preparar lo necesario
para la nueva etapa escolar.
Fomentar espacios de comunicación, en los que los hijos puedan expresar cómo se
sienten al regresar a la rutina.
Para los más pequeños, leer libros sobre el regreso al colegio para anticipar la nueva
rutina.
“Se debe tener en cuenta que volver al colegio no solo implica retomar las clases, sino que
existe la posibilidad de reencontrarse con amigos, compartir con los compañeros y retomar
actividades extracurriculares”, admite la psicóloga.
En el caso de los niños que tuvieron experiencias negativas en el año anterior, como el haber
sufrido bullying, es esencial que la familia evalúe las emociones antes de que empiece el
nuevo ciclo escolar. Se pueden hacer preguntas directas sobre cómo se sienten y recordarles
que, aunque puedan estar nerviosos, este año puede ser diferente. Es importante animarlos a
confiar en la familia y, si es necesario, buscar apoyo tanto en el colegio como con
especialistas.