Chile asume vicepresidencia de la Alianza Global de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) será la entidad técnica responsable de llevar a cabo el trabajo de la comunidad integrada por 64 países, y que tiene por objetivo encontrar formas de cultivar más alimentos sin aumentar la contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al sector agroalimentario.
Corroborando el compromiso para llevar a cabo una economía amigable con el medioambiente, esta semana se confirmó el nombramiento de Chile como Vicechair (vicepresidente) de la Alianza Global de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero (GRA por su sigla en inglés), cuya responsabilidad ejecutiva y técnica estará por un año en manos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA). La GRA tiene por objetivo encontrar asociativamente entre sus países miembros formas de cultivar más alimentos, disminuyendo la contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al sector agroalimentario.
Pedro Bustos, Director Nacional de INIA, expresó que “la Alianza consultó al país si estaba dispuesto a asumir dicho cargo y la respuesta fue positiva y ratificada por el resto de las naciones integrantes, ya que contamos con la experiencia y las capacidades para ello. En el caso de INIA, como entidad que asume este rol, es un paso internacional más en la línea del trabajo que venimos realizando hace unos años por forjar una agricultura y ganadería sustentable y sostenible con el medio ambiente, liderando varias iniciativas en el territorio y la región. Nos llena de orgullo y confiamos en que se realizará una gran labor”.
Tras cumplir un año como vicepresidente, Chile asumirá la presidencia durante el 2022, según la normativa de GRA. De esta forma, INIA estará durante dos años en la directiva de esta comunidad internacional que puja la transformación sustentable del sector. Entre las responsabilidades que tendrá destaca la directa colaboración con Australia, actual Chair de GRA, avanzar en el plan de trabajo y liderar la gestión científica y política en la mitigación de gases GEI en el sector agropecuario.
Marta Alfaro, Subdirectora Nacional de I+D+i de INIA, sostuvo que “este es un claro gesto de reconocimiento al país por su trabajo en la Latinoamérica e Iberoamérica, en la realización de medición y cuantificación de los gases de efecto invernadero en lo agropecuario, y en la evaluación de medidas de mitigación. Esto ratifica ese liderazgo que el país ya tenía”.
Alianza Global sobre GEI
La Alianza Global de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero (Global Research Alliance, GRA), está integrada por 64 países de los cinco continentes, con la finalidad de cultivar más alimentos a través de soluciones innovadoras, que aborden las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agropecuario.
Los miembros de la GRA tienen como objetivo profundizar y ampliar los esfuerzos de investigación y de mitigación en los subsectores arroz, cultivos y ganado, y coordinar actividades transversales en estas áreas, incluida la promoción de sinergias entre los esfuerzos de adaptación y mitigación. Se han creado grupos de Investigación para abordar estas áreas, a través de planes de trabajo que unen a países y socios en colaboraciones, intercambio de conocimientos, uso de mejores prácticas y desarrollo de capacidades entre científicos y otros profesionales.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.