A eliminar la cámara de gases del Estado y las Empresas en los Territorios de Quintero-Ventanas/Puchuncaví
Han pasado dos semanas desde que se conoció la primera de las sucesivas nubes tóxicas que han mantenido a la población de Quintero-Ventanas/Puchuncaví, en una nueva situación de gravedad. Estamos ante la desidia por parte de la actual administración del Estado, el Presidente Sebastián Piñera, que ha priorizado cerrar las escuelas en vez de las industrias petroquimicas, las fundiciones y las termoeléctricas instaladas hace décadas y responsables de esta crisis socioambiental, que intoxicó a cerca de 400 personas, principalmente niños, y que ha inclusive generado abortos espontáneos en las mujeres embarazadas de la zona.
En los años 60, cuando este cluster industrial se proyectó en este territorio, no consideró a sus históricos habitantes, hombres y mujeres vinculados al mar, al campo y a las diversas actividades que se pudieron llevar a cabo en uno de los balnearios más famosos del litoral central.
En este complejo industrial, la producción de energía y fundición de cobre, dos de las actividades que más conflictos ha desatado en términos socioambientales en Chile, nos ha mostrado claramente lo que es una zona o territorio en sacrificio. Tras esta crisis ambiental, el paradigma del desarrollo económico infinito se cae a pedazos y ni siquiera los representantes ideológicos del capitalismo extractivista a la cabeza del Estado, pueden parchar la realidad de esta verdadera cámara de gases.
Esta situación nos lleva a preguntarnos a quiénes va dirigido este progreso. Tras cada uno de los complejos termoeléctricos instalados existe una empresa privada lucrando. AES Gener cuenta con 4 termoeléctricas, además de Campiche, cada una de las cuales genera energía a partir de dos de los hidrocarburos más contaminantes y dañinos para la salud y el ecosistema, como son el carbón y el petcoke, este último un residuo altamente contaminante derivado del petróleo y prohibido en múltiples países. Además de ello, es posible encontrar a Oxiquim, Shell, terminal de gas licuado, cementos Bío Bío, ENAP y la fundición de CODELCO, estas dos últimas pertenecientes al Estado.
No es posible soportar tanta vulneración junta, pues más allá de cualquier compensación son poblaciones enteras las afectadas por un modelo de desarrollo altamente desigual, indolente y corrupto, pionero en aberraciones como la privatización del agua, puestas en manos de empresas que lucran a costa de nuestros bienes comunes y nuestras vidas.
Es por ello que decimos No Más Territorios en Sacrificio! No más vulneraciones a niñas, niños, mujeres y hombres del campo y del mar, trabajadoras y trabajadores, sometidos a la contradicción que significa denunciar a riesgo de perder el empleo.
Tras cada alzamiento, manifestación y asamblea, se yergue la construcción de un mundo diferente donde nuestros sueños no se condicionen a mezquinos intereses.
Solidarizamos con la comunidad ante estos hechos y exigimos junto a las organizaciones y comunidades de Quintero y Ventanas/Puchuncaví, que se realice una homologación respecto a la normativa internacional de la OMS, considerando que Chile dobla todos los índices de la normativa, además de no poseer lisa y llanamente una normativa por ejemplo, en torno a arsénico y a una serie de químicos altamente nocivos para la salud. Asimismo creemos fundamental la implementación de estudios independientes para generar un plan de retiro del complejo industrial y una hoja de ruta para la restauración ambiental de los ecosistemas, así como de un programa de salud gratuito con financiamiento estatal y de las empresas, que acompañe durante el resto su vida los habitantes de estos territorios para mitigar los graves efectos en su salud producto de la contaminación industrial.
Hacemos un llamado a los legisladores de ambas cámaras y al gobierno del presidente Piñera, a detener el proyecto de ley de modificaciones al SEIA que en vez de tener un carácter que garantice los derechos de las personas a vivir un medio libre de contaminación, facilita el ingreso de proyectos extractivistas sin considerar la participación de las personas para determinar sus formas propias de desarrollo, control y cuidado de sus ecosistemas y bienes comunes. Si las modificaciones al SEIA profundizan este modelo de desarrollo extractivista y depredador, dando manga ancha a las empresas; los territorios en sacrificio de Quinteros y Ventanas/Puchuncaví se repetirán por todas partes de Chile durante décadas, haciendo de la muerte y el sufrimiento de personas y de sus territorios; un paisaje habitual y cotidiano.
Como Movimiento por el Agua y los Territorios- MAT adherimos al llamado a movilizarse en las jornadas de solidaridad convocadas por las organizaciones de Quintero, Ventanas/Puchuncaví.