Esta semana Cámara de Diputador se juega ingreso de Chile al TPP: ECOLOGISTAS Y ORGANIZACIONES SOCIALES EN ALERTA ANTE IMPACTO PARA EL MEDIO AMBIENTE Y PÉRDIDA DE AUTONOMÍA ALIMENTARIA

  • Expertos analizaron sus implicancias en panel organizado por el Partido Ecologista Verde
  • De 6.700 páginas que contiene el TPP-11, los parlamentarios leyeron un resumen de 72 páginas.

En alerta se encuentran organizaciones ambientales y sociales ante la votación de la Cámara de Diputados que se llevará a cabo este miércoles 13 de marzo, para ratificar o rechazar la entrada de Chile al Tratado Integral Progresista de Asociación Transpacífico TPP-11. En este contexto, el Partido Ecologista Verde (PEV) organizó  el pasado jueves 7 de marzo una charla con expositores de primer nivel, para comprender los perjuicios que este tratado implicaría para nuestro país. La actividad se realizó en la sede del PEV, ubicada en Adriana Cousiño 320, Barrio Yungay,

La mesa estuvo conformada por Hassan Akram, integrante de la comisión de RREE del Frente Amplio, doctorado en Cs. Sociales de la Universidad de Cambridge, investigador y profesor de diversas universidades, Paulina Acevedo, periodista, comunicadora en Derechos Humanos del Observatorio Ciudadano y Patricia Núñez, directora de la Escuela Agroecológica Reberde, guardadora de semillas  y activista contra Monsanto.

Los exponentes alertaron que el TPP-11 se vende como un mega Tratado de Libre Comercio (TLC), pero en la práctica es un “tratado de protección de inversiones”, ya que Chile ya cuenta con TLC con cada uno de los países que integran el TPP-11. Apuntan a que con este mega acuerdo se consolida la figura del Arbitraje  y Tribunales Internacionales, donde las empresas extranjeras pueden demandar a los estados que “limiten las expectativas a sus utilidades”.

“Esto no se trata de estar contra los TLC, pero la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), encargada de negociar el ingreso de Chile a estos megatratados no está funcionando como institución; negocia mal y está empeñada en firmar malos tratados”, enfatizó Hassan Akram.

Agregó que el TPP-11 “apunta a la consolidación del poder empresarial, lo que es muy grave, porque implica que los países deben mantener las condiciones para las inversiones, aún cuando éstas vayan en contra de las decisiones de los propios gobiernos”.  Para ejemplificar, pone el caso de Alemania -quien no es precisamente un estado débil-  al ser demandado por una trasnacional sueca de la energía nuclear cuando el gobierno de Angela Merkel  decidió suprimir este tipo de energía en su territorio tras el desastre de Fukushima. Finalmente, para no pagar la millonaria indemnización, Alemania decidió reducir la exigencia de la regulación.

Hassan puntualizó que son precisamente los ecologistas quienes han liderado las protestas contra el TPP-11 en el mundo, debido al impedimento de los países de mejorar sus estándares medioambientales, por miedo a no ser demandados por las corporaciones. Por otro lado, “en Chile existe un sistema de pensiones basado únicamente en un sistema de capitalización individual en manos de empresas privadas. El día de mañana éstas podrían demandar al Estado chileno si se decidiera a hacer un cambio al sistema de jubilaciones en Chile”, agregó.

Por su parte, Paulina Acevedo expresó que el TPP-11 además de no incluir a EEUU (por decisión propia), tiene cláusulas suspendidas y que pese a no ser las más importantes ni polémicas, pueden ser reactivadas en cualquier momento, previo paso por los parlamentos. Lo mismo podría pasar si EEUU decide entrar nuevamente.

“Con el TPP-11 queda en peligro lo poco que tenemos como país por la pérdida de soberanía que implica la posibilidad de ir a tribunales internacionales y la pérdida de derechos. Hay relatores de las Naciones Unidas que han manifestado su preocupación ante la vulneración de derechos humanos que  implica una negociación de este tipo”, expresó Acevedo.

Los 3 países latinoamericanos incluidos en el TPP-11 que son México, Perú y Chile han suscrito el Convenio 169 de la OIT que establece la consulta indígena cuando estos pudieran verse afectados por medidas legislativas. Sin embargo, esto ha sido obviado por los gobiernos, siendo negociado entre cuatro paredes, a espaldas de la ciudadanía.

Patricia Núñez o Patricia “Dedos Verdes”, ha estado desde el inicio en la lucha para proteger las semillas campesinas. Primero fue la Ley Monsanto y ahora contra el TPP-11. Dijo no entender la poca comprensión que existe por parte de los chilenos frente a lo que está en juego, “al ser ésta la madre de todas las batallas y sin embargo no mueve a la gente, tal como lo hace No Más AFP o los temas de mujeres”.

Para “Dedos Verdes” lo más peligroso del TPP-11 es la pérdida de autonomía alimentaria, ya que Chile aprobó el convenio UPOV 91 que impide a los campesinos guardar las semillas para cultivarlas nuevamente, obligándolos a pagar patentes a las transnacionales de los transgénicos, como Monsanto. Esto sucede porque obtienen la propiedad intelectual sobre las semillas, lo que ya sucede en varios lugares del mundo.

El UPOV 91 no se ha podido poner en práctica porque falta el reglamento, lo que ha sido detenido justamente por la movilización ciudadana donde Patricia Núñez ha liderado diversas acciones y actividades para dar a conocer el perjuicio de lo que esto implica.

“Con la entrada en vigencia del TPP-11 el UPOV-91 quedaría aprobado automáticamente. Pero, aún más, el gobierno está haciendo lo posible para que la tramitación del UPOV 91 vaya directo al Senado, lo que implicaría debilitar la oposición frente al TPP-11”.

Finalmente, los panelistas hicieron un llamado a hacer fuerza como ciudadanos, ya que nos quedan solo unos días para lograr frenar la votación en la Cámara de Diputados, ya que –según aseguran- en la Cámara de Senadores no sería más que un mero trámite al contar con mayoría para su aprobación.

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