INIA entrega recomendaciones a ganaderos para que puedan enfrentar intensas lluvias registradas en el sur de Chile
En distintos sectores de las regiones de Los Ríos y Los Lagos han caído más de 100 milímetros de lluvia en estos primeros días de junio.
Una serie de recomendaciones para los productores ganaderos y medidas para enfrentar las abundantes e intensas lluvias registradas en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, así como los efectos de éstas, dio a conocer el especialista en praderas y cultivos forrajeros del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Alfredo Torres, luego que en los primeros días de junio se alcanzarán cifras de precipitaciones por sobre los 100 milímetros gran parte del sur de Chile.
“Las fuertes lluvias sobre las praderas y cultivos en esta época del año son poco útiles, ya que gran parte de ellas escurren superficialmente, causando erosión y terminan en los cauces de agua con destino al mar. Asimismo, dada la intensidad, es poco lo que se infiltra en el suelo para recuperar las napas freáticas, pozos y vertientes”, indicó el investigador de INIA Remehue.
Basándose en estas cifras, el INIA, a través de su experto en praderas y cultivos forrajeros, explicó que “la precaución más importante es proteger las praderas de los efectos dañinos del pisoteo de los animales en un suelo sobresaturado de agua, debido a que se rompe la estructura del suelo provocando su posterior compactación, pérdida de espacios porosos y, por lo tanto, disminución en la oxigenación de las raíces y pérdida de la capacidad de infiltración de agua”.
Torres sostuvo que “la recuperación de esta estructura es lenta, por lo que es aconsejable dejar los animales en pasillos, callejones, patios de alimentación o sacrificar un potrero”.
Además de lo anterior agregó que “es importante tener protecciones contra condiciones climáticas para los animales, por ejemplo, cortinas cortavientos, privilegiar potreros con matorrales o topografía que permita el resguardo del ganado, ya que el viento es uno de los factores climáticos que más afecta a los animales. En este sentido, INIA recomienda preocuparse primero de los animales más pequeños, los enfermos y los que estén en mal estado corporal, los cuales se deben resguardar en galpones o instalaciones abrigadas para evitar enfermedades, posibles muertes de ganado y/o excesivas pérdidas de peso”.
Siembra y praderas
Respecto a las siembras y regeneraciones realizadas en febrero-marzo, Torres señaló que “es importante observar las praderas que ya estén listas para su primera utilización, pastorearlas con animales livianos, con una alta carga y por un período de no más de 2 horas”. Aclaró que “las praderas están listas para su utilización cuando al ser pastoreadas se le cortan las hojas y no son arrancadas con raíces”.
En cuanto al manejo de praderas, el experto enunció que en este período los rezagos entre una utilización y otra aumentan a 40 – 60 días por lo menos, para permitir que la pradera recupere el nivel de carbohidratos de reserva.
Praderas y cultivos forrajeros
Respecto a recursos forrajeros a utilizar en esta época del año, Torres indicó que en este período los cultivos forrajeros estratégicos de otoño como el raps forrajero se están terminando y los de invierno como coles y rutabaga están en sus inicios de utilización. Además, es posible que las avenas sembradas tempranamente estén listas para su primer uso. También, los ensilajes de maíz cosechados en abril pueden comenzar a ser utilizados, “ya que son un muy buen complemento energético a los ensilajes de pradera”, puntualizó.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.