Instalan “Mercado Simulado” en Río Bueno para diferenciar productos hortícolas agroecológicos Productoras de hortalizas participaron de esta experiencia que contó con el apoyo de profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y de una consultora, como parte de un programa del Gobierno Regional de Los Ríos.
Un “Mercado Simulado” en el que productoras de hortalizas aprendieron a diferenciar sus productos agroecológicos, se desarrolló recientemente en una feria instalada a un costado de la Casa Furniel en Río Bueno, como parte de las actividades del Programa de producción agroecológica y orgánica para pequeños y medianos productores de la Región de Los Ríos, ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), como parte de la Política Regional de Desarrollo Silvoagropecuario.
“El objetivo de este programa es transferir y validar tecnologías de producción orgánica y agroecológica, para aumentar el volumen, calidad y diversidad de estos productos, aumentando la competitividad de los agricultores y la sostenibilidad de los recursos naturales de la Región de Los Ríos”, indicó Sigrid Vargas, coordinadora de la iniciativa.
Andrea Santana, coordinadora de la oficina técnica de INIA Los Ríos explicó que “la actividad realizada en Río Bueno tuvo como finalidad entregar herramientas a las productoras para que logren diferenciar sus productos y sean capaces de explicar las ventajas de la producción agroecológica”.
Luis Sáez, profesional de la consultora Ciencia, Tecnología y Capacitación SPA, fue parte del equipo asesor y expuso lo ocurrido. “El concepto agroecológico no toda la gente lo comprende claramente y cuando las productoras del programa están en un mercado con más productores que no necesariamente son agroecológicos, la gente no sabe distinguir bien y a ellas mismas les da un poco de vergüenza o recelo estar explicando ante otros que los productos de ellas son de una calidad diferenciada, por lo menos, desde el punto de vista de las características que tienen los productos agroecológicos. Por eso, la propuesta fue buscar un punto de venta, donde concurra idealmente gran parte de la gente, donde ellas puedan tener un espacio que les permita conversar con el público. Más que vender la opción es aprender a escuchar al público, conversar, informar y generar confianza. Así, la venta pasa a ser un aprendizaje de lo que ellas están haciendo”.
El profesional puntualizó que “un Mercado Simulado, es un mercado en un lugar real, donde los productores se enfrentan a los clientes, exponen sus productos, fijan un precio y donde conversan con los clientes de tal forma de venderles dichos productos. Es simulado porque cuenta con el apoyo y la asesoría de profesionales, con toldos, mesas, materiales promocionales, bolsas y eso hace que las agricultoras pierdan el miedo a arriesgar ese tipo de inversión”.
Para Nelly Ríos “la actividad nos sirvió para poder mostrar nuestros productos que son agroecológicos. Nosotros nos queremos diferenciar y mostrar a la gente que va a tener otro punto de venta con otro tipo de hortalizas”.
Verónica Nichi añadió que “la publicidad, los afiches y el otro material que nos entregaron es muy importante ya que el cliente nos empieza a identificar y se va feliz”.
Otra beneficiaria del programa, Uberlinda Flores, también se mostró conforme y entusiasmada. “Queremos seguir participando, agradecemos la actividad realizada con el programa que nos entregó la posibilidad de buscar un nuevo punto de venta para nuestros productos”.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la población, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.