Poder Judicial dicta taller sobre lenguaje claro en la jurisdicción Valdivia
Más de 40 jueces y funcionarios de la jurisdicción Valdivia participaron hoy -viernes 20 de octubre- en el taller sobre “Lenguaje claro”, instancia que busca entregar herramientas y debatir iniciativas tendientes a mejorar la comunicación con la ciudadanía, democratizando la información contenida en las resoluciones judiciales y la comprensión de las actuaciones judiciales.
“El objetivo de este taller es hacer una bajada práctica de los compromisos internacionales que ha generado la Corte Suprema con los 22 restantes países de la región Iberoamericana, en el sentido de promover la utilización de un lenguaje sencillo para facilitar el acceso a la justicia del ciudadano, en atención a que, finalmente, lo que contiene una sentencia, sea un derecho o una obligación, le pertenece”, dijo Natalia de Azcuénaga, directora de Asuntos Internacionales y DDHH de la Corte Suprema y encargada de la secretaría técnica de la Comisión de Lenguaje Claro y Sencillo del Poder Judicial, instancia que preside el ministro Carlos Aránguiz.
“Esto no significa que se quiera simplificar el lenguaje en el sentido de banalizarlo, significa que se quiere buscar un balance entre nuestro lenguaje técnico, propio de abogados, y la necesidad de la ciudadanía de comprender los fallos que a ella le conciernen”, agregó.
Para directora de Asuntos Internacionales, “este no es un trabajo obligatorio ni vinculante. La Cumbre Judicial Iberoamericana hace dos años atrás tomó un acuerdo en el que se comprometían a trabajar y promover el lenguaje claro, luego los países voluntariamente lo bajan a sus territorios y esto es lo que está haciendo la Corte Suprema, descentralizar esta información para mostrársela a los jueces y funcionarios para que -en la medida de lo posible y si lo consideran de utilidad- lo puedan aplicar. Estas no son reglas obligatorias sino que es una propuesta de la Corte como intermediaria, entre una comunidad internacional y nuestro país, para ver si esto le facilita el trabajo a los jueces y funcionarios, siendo el beneficiario final el ciudadano”.
Para el magistrado Carlos Guillermo Aguilar, del Juzgado de Letras, Familia y Garantía de Panguipulli, “este es un trabajo fundamental, pues una de las formas que los jueces tenemos para validarnos ante la ciudadanía es que ésta entienda el porqué de la resolución y eso se expresa en la fundamentación del fallo. En este contexto, la idea es tratar de usar el menor lenguaje técnico posible, porque nuestro trabajo no sólo está destinado a los abogados que representan a las partes, sino que a las personas que dan origen a las causas”, afirmó.
“En mi caso –añadió–, esto se vuelve más importante aún considerando la comuna en la que trabajo, en la que existen altos niveles de ruralidad y analfabetismo. Por ello es imprescindible utilizar un lenguaje simple y claro, para que las personas puedan entender el fundamento, por qué se toma cuál o tal decisión. Es fundamental que tanto los jueces, a través de los fallos, como los funcionarios, que están en directo contacto con los usuarios, puedan expresarse de manera fácil para poder darse a entender”.
En tanto, Marie Rose Cortese, jefa de unidad del Juzgado de Letras de Los Lagos, valoró el uso de un lenguaje compresible para todo. “Creo que esta es una excelente iniciativa, especialmente si consideramos las necesidades y demandas más habituales de nuestros usuarios, ya que junto con asistir a los tribunales para que el juez pueda resolver la situación que los aquejan, en buena medida también concurren para que les ayudemos a entender lo que dice la resolución. Pese a que muchos tienen abogados, estos también utilizan un lenguaje que no es comprensible para el usuario, desde esta perspectiva, creo que el taller es un gran aporte”, dijo.